En un comunicado de prensa publicado el pasado fin de semana, Briatore prometía luchar contra su exclusión vitalicia por haber sido uno de los instigadores del accidente de Nelson Piquet que derivó al final del Gran Premio de Singapur de 2008 en la victoria de Fernando Alonso, además de acusar al organismo dirigido por Max Mosley de haber sido utilizado como "herramienta para la venganza de una sola persona", y describiendo como "un absurdo legal" la decisión tomada contra él.
Un portavoz del juzgado francés declaró a las agencias de noticias allí reunidas que lo serio empieza hoy martes. Según lo que se ha podido saber, el italiano habría indicado en la demanda la exigencia de daños y perjuicios por una cifra entre 500.000 y un millón de euros, aparte claro está de revocar la decisión de la FIA y poder volver al Gran Circo lo antes posible.
Para su intervención en el futuro juicio, Briatore pretende demostrar que la FIA no fue imparcial, no demostró los cargos y no le dio acceso ni a los documentos ni a los testigos clave. También hará constar que su expulsión la considera "desproporcionada e ilegal" y que la FIA negoció en secreto una decisión antes de la vista, concediendo "inmunidad selectiva para montar el caso de la acusación ".