Una de las voces más autorizadas para hablar del tema es Mark Webber, presidente de la GPDA, a quien ya escuchamos en la transmisión de ayer recomendar al director de carrera Charlie Whiting a ponerse "sus malditas gafas para ver cómo está la pista".
"Yo creo que no era lo correcto comenzar en esas condiciones," decía el australiano Webber. "Todos los pilotos con los que hablé eran de la misma opinión, afortunadamente la decisión correcta se tomo al final cuando se retrasó la Q2, pero la televisión manda y teníamos que empezar".
El australiano, que finalmente se hizo con una soberbia segunda posición en la sesión, cree que los comisarios se apresuraron demasiado al reiniciar la sesión, con un riesgo que se materializó cuando Vitantonio Liuzzi se estrelló a final de recta. "No podemos tener un coche perdiendo el control en el último sector," dijo Webber. "El agua estancada era demasiada y la falta de visibilidad era otro gran problema."Estoy seguro de que hoy han aprendido un poco ahí arriba," explica el australiano, refiriéndose a la dirección de carrera. "Hoy hemos aprendido cuando hay que conducir y cuándo no. No conducimos coches de calle, son los coches de Fórmula Uno, son rápidos y muy bajos y se van rápidamente cuando las condiciones son malas."