Cuando comenzaba su segunda vuelta rápida en la Q3, Rubens Barrichello pisaba demasiado polvo en una de las curvas del trazado, estampaba su monoplaza contra las protecciones de hormigón y provocaba una bandera roja en pista a sólo 30 segundos del final de la clasificación. Así, ningún piloto pudo mejorar sus cronos y Hamilton se quedó con la 'pole' definitiva.
La situación tonta del fin de semana la han protagonizado los comisarios de la FIA, como no podría ser de otra manera. La bandera roja provocada por Barrichello a falta de 30 segundos para el final de la sesión hacía imposible que, aunque el tiempo se reanudara, ningún piloto pudiese completar una última vuelta rápida. Conscientes de esto, todos los pilotos se bajaron de sus monoplazas y se dirigieron a pesarse, pero la FIA anunció que la Q3 se reanudaría de todas formas. Evidentemente, nadie se volvió a subir al coche.
Inesperado ha sido también lo ocurrido en la Q2, pues dos grandes nombres como Kimi Raikkonen y Jenson Button (el líder del Mundial) no podían superar dicha ronda. Lo del Ferrari podría ser comprensible, pues llevan todo el fin de semana con muchos problemas, pero lo del Brawn GP no tanto. A Button parece que le sigue haciendo mucho daño la presión a la que está sometido y clasificando 12º parecía que Barrichello tendría su gran oportunidad en Marina Bay, pero Jenson ha vuelto a tener mucha suerte.
En la Q1 nada nos ha sorprendido, ya que se quedaron fuera los cuatro pilotos con menos experiencia con su monoplaza (Liuzzi, Grosjean, Fisichella y Alguersuari) y el otro Force India, que ya se esperaba que no rindiesen bien en este trazado urbano.