De nuevo el maravilloso circuito de Spa-Francorchamps está en el ojo del huracán. En esta ocasión no ha sido Bernie Ecclestone, ni Max Mosley de la FIA, sino que se trata de una denuncia realizada en 2007 por los vecinos de la zona por la contaminación medioambiental y acústica que provocan las competiciones en el trazado belga.
De hecho la resolución quita la licencia al circuito durante 17 años, nada más y nada menos. Así lo anuncia el diario belga Lesoir. La publicación francófona describe como la licencia ha quedado suspendida para acoger Grandes Premios hasta 2026.
El gerente del circuito ve peligrar la viabilidad del circuito, pero va a oponerse por todos los medios a la decisión del gobierno local.La belleza de los paisajes que vemos en nuestros televisores en cada Gran Premio de Bélgica parecen en contraposición con la sostenibilidad de los mismos. Difícil equilibrio éste. Seguro que no estamos ante el último episodio de este relato.