Renault fue declarada culpable de lo sucedido en el GP de Singapur 2008 y condenada a ser expulsada de la competición, aunque finalmente la inhabilitación ha sido prorrogada hasta final de 2011. Si en dos años no vuelven a reincidir, la sanción pasará a la historia. Bernard Rey, el presidente del equipo galo, declaraba después de la audiencia: "Estamos muy tristes de encontrarnos delante del Consejo Mundial de Deportes de Motor hoy."
Más tarde, la escudería emitía el siguiente comunicado:
"A modo de antecedente, como resultado de nuestras propias investigaciones, se informó a la FIA la semana pasada que no defendería a los cargos y aceptamos nuestras responsabilidades en relación con el incidente ocurrido en Singapur y de inmediato se tomó las medidas oportunas dentro del equipo.""Hoy, aceptamos la decisión del Consejo. Nos disculpamos sin reservas a la comunidad de la F1 en relación con este comportamiento inaceptable. Esperamos sinceramente que pronto podamos poner este asunto en el pasado y concentrarnos de manera constructiva en el futuro. Publicaremos más información en los próximos días."