De hecho, esta prohibición ha empezado a causar cierto revuelo, ya que algunos creen que con esta prohibición los pilotos podrán demostrar más su talento, que "quizás" el coche importe un poco menos e importe más el piloto, aunque Kubica opina de manera bien distinta:
"Me encanta pilotar y competir, pero quiero que los coches sean los más rápidos del mundo. No me importa tener que hacerlo yo con el pie derecho, pero al final lo que quiero es ir rápido y no me gustan las cosas que me frenan."; sí, le gusta que el coche sea rápido porque sabe que tiene un ángel de la guarda que le salvará de posibles accidentes.
En cualquier caso, si como parece es una prohibición para mejorar la seguridad y además, favorece la conducción del piloto para demostrar su talento, bienvenida sea.