En este comunicado, que se hizo público ayer en Italia, explicaban que este caso tendría que solucionarse en un juicio, en privado, ya que de lo contrario, en público, puede dañar a la F1, debido a que la publicidad adversa podría ser mala para la imagen y la credibilidad de este deporte: "Todas las partes implicadas deberían tener derecho a un juicio justo llevado a cabo en privado y no en el terreno público, ya que la publicidad adversa puede ser perjudicial para la imagen corporativa y para la credibilidad de la Fórmula 1", decía el comunicado.
Sin embargo, Max Mosley, el presidente de la FIA, negó que la Federación Internacional de Automovilismo fuera la responsable de tales filtraciones.
La FOTA añadió ya para finalizar en su comunicado que estos casos deben ser tratados con profesionalidad e insistió en que no se debe filtrar este tipo de información.
"La FOTA considera que las diferencias en el deporte deben manejarse de manera profesional y condena el hábito de filtrar deliberadamente documentos confidenciales para influir en la opinión pública", dijo la FOTA.