Lo está confirmado es que el fin de semana será más frío de lo habitual en Italia, ya que las temperaturas para la carrera estarán por debajo de los 20ºC, lo cual será un prejuicio para los equipos a los que les cuesta llevar los neumáticos a la temperatura óptima.
Las previsiones auguran un viernes seco, donde la temperaturas estarían entre 27°C y 17°C, pero para el sábado se predice un 60 % de opciones de lluvia, porcentaje que se repite para la carrera del domingo, en la que se espera una máxima de 23°C y una mínima de 15°C.
Recordamos que el año pasado el trazado italiano se inundó durante el viernes forzando la suspensión de una sesión de entrenamientos. Las lluvias también acompañaron la sesión de clasificación y la carrera en la que Sebastian Vettel anotó su primera victoria desde la pole position.