Alguersuari habla de su pasión por la música, su relación con el sexo femenino y los tópicos del mundo del automovilismo. Entre ellos, se afirma uno de los más polémicos: "Definitivamente, las mujeres conducen bastante peor que nosotros. Lo siento," afirma Jaime.
Alguersuari, que como ya sabemos es un apasionado de "todo lo que lleve ruedas y gasolina", también adora los tatuajes. "La piel normal y corriente es un poco aburrida," explica Jaime, que a pesar de no ser creyente, nos cuenta que siempre lleva una Virgen de la Macarena que su madre introdujo en su casco.
El joven de 19 años, que comenta que su personaje histórico favorito es Alejandro Magno, se considera un auténtico idealista, y tras apelar a la solidaridad, confiensa que el objetivo del ser humano debería ser "sobrevivir y alcanzar la paz mundial". Eso sí, como fiel reflejo de los ideales de Red Bull, Jaime no se avergüenza en reconocer que "hacer locuras forma parte de mi persona, hay que vivir la vida a tope".Sobre su consabida vocación musical, asegura que "tengo una buena base. Puedo escuchar desde la Quinta de Beethoven a ópera o ritmos latinos", aunque con lo que disfruta es mezclando "con el techno minimal", como ya mostró en la Barcelona Summer Week -video- y le gustaría hacer en otros lugares más importantes. "Me encantaría pinchar en las Cortes. La música unifica a las personas. Sería estupendo poner a bailar a todos los diputados."
Además, de hacer mención a la capacidad al volante del sexo femenino, el piloto de Toro Rosso también se moja afirmando que "nunca haría el amor en un monoplaza" y saca pecho por su fidelidad a su pareja: "Siempre me han gustado las chicas, afortunadamente. Sobre todo mi novia".
Es una lástima que la edición digital del diario Marca no haga pública la totalidad de la entrevista, pero esperemos que este extracto os haya servido para conocer a este joven piloto y su cara más oculta. Opiniones y comentarios sobre lo dicho habrá miles, pero desde F1 al Día aunque no entramos a valorar las polémicas declaraciones de Jaime sobre las dotes de las mujeres al volante, sí que decimos algo: generalizar nunca es bueno.