Además, el brasileño de Ferrari también ha expresado que "cuando vuelva a la competición quiero reunirme con Charles Whiting, director de carrera, con la FIA y con los pilotos porque hace falta que trabajemos juntos".
"Hace falta que busquemos mejoras. No digo que haya que recubrir completamente la carrocería pero posiblemente hay otras cosas que podamos hacer para impedir que una rueda golpee la cabeza", añadió el de 28 años.
"Tuve mala suerte con que el muelle impactara en mi cara, aunque también tuve fortuna," explica Massa. "Todos los médicos me lo dicen, si el muelle me hubiera alcanzado un milímetro más a la derecha, habría perdido la vista, si lo hubiera hecho más a la izquierda, quizás tendría daños cerebrales, de modo que soy muy afortunado."Felipe admite que no tiene recuerdos del accidente que le dejará fuera durante esta temporada. "Recuerdo que me desperté. Tenía una máscara de oxígeno para ayudarme a respirar, y todo el rato me la quería quitar. Entonces mi mujer y me la volvía a colocar. Había varios amigos que se reían al ver la escena. Entonces miré a mi esposa y le dije: '¡Qué dolor en el culo!'. Rafaela miró a nuestros amigos y dijo: '¡No, es el mismo, es el mismo!'".
"Para mi familia fue muy difícil, porque lo siguieron todo, pero para mí no lo fue tanto. En el hospital no veía nada del accidente, sólo tenía la televisión húngara, y sólo escuchaba que hablaban de lo que me había pasado, y para mí era extraño. Me preguntaba cómo pudo una pieza de otro coche hacerle esto a un hueso de mi cabeza", confiesa el brasileño, que solo ha visto el accidente por las imágenes de televisión.
"La primera vez que vi el accidente fue en casa. Había tenido otros accidentes que me habían perturbado mucho más. Cuando perdí los frenos en Mónaco en 2002 o cuando me estrellé dos veces en Barcelona. Esos accidentes me hicieron pensar. Pero el accidente de Hungría es algo que nunca había visto. Mi mujer me sugería que tal vez fuera el momento de dejarlo, pero yo le respondía que seguiría corriendo".