Recordemos que Villeneuve dejó la F1 en 2006, cuando fue substituido por Kubica en BMW-Sauber. Desde entonces ha corrido en algunas competiciones norteamericanas y europeas. Ahora está embarcado en la NASCAR, pero como él dice, tiene hambre de F1.
"Obviamente, físicamente necesitas quizás un mes tras el volante para ponerte a tono. Puedes hacer todo el entrenamiento que quieras en el gimnasio, pero hay unos cuantos músculos en el cuello que necesitan algo más. Pero no lleva mucho tiempo conseguirlo", comentaba Villenueve en Autosport.
"Para llegar al último peldaño necesitas unas semanas en el coche, pero estoy seguro de que tengo una buena cantidad de años de experiencia a mis espaldas a ese nivel. Es más importante estar mentalmente fresco que otra cosa, y tras algunos años lejos de la F1, está claro que lo vuelvo a estar". Parece que a sus 39 años, Villeneuve tiene el ímpetu de un rookie."Miren a Nigel Mansell, ganó su última carrera con 41 años. No hay ninguna razón por la que un piloto no pueda seguir compitiendo a esa edad en la F1, si el hambre sigue estando ahí", añadía el canadiense.
"Cuando estoy en Montreal, en casa, si no estoy encima de un kart, estoy haciendo motocross. ¡Si soy capaz de afrontar grandes saltos con la moto, entonces estoy preparado para pasar a tope por Eu Rouge otra vez!"
"El hambre sigue ahí, y hay más que nunca, así como la voluntad de hacer lo que sea para ganar. En la NASCAR lo he hecho, y ahí hay que tomar más riesgos incluso que en la F1", concluyó Villenueve.
Bien, pues el canadiense ha dejado bien a las claras que está dispuesto a volver. Menos mal que no le preguntaron si estaba preparado para subirse en el F60 en Monza.