
"Lo hablamos con Stefano Domenicali", explica Valentino. "Pero vimos que no tenía ningún sentido meterse en una prueba de Fórmula Uno sin haber hecho primero los test y sobre todo porque el cuello debe hacer unos esfuerzos que tendría que entrenarme para poder soportar."
El italiano explica que a pesar de la tentadora oferta, necesita concentrarse en MotoGP. "Monza es una carrera particular. Estoy en plena lucha por el título en Moto GP y someterme a este estrés mientras me juego un Mundial no es lo mejor".
Aunque hubiera sido un auténtico espectáculo ver a Rossi a los mandos de un Ferrari en la carrera de casa de la Scuderia, sobre todo a los ojos de Bernie Ecclestone, el fenomenal piloto italiano seguirá compitiendo sobre dos ruedas al menos durante este 2009.