"La última cosa que quiero es una penalización", dijo el piloto de Red Bull, al que tan sólo le quedan dos motores para las seis carreras que faltan. "Esto significa que haremos menos kilómetros en las prácticas del viernes," explica Vettel.
El alemán, como siempre, se toma este obstáculo en su preparación con buen humor. "Naturalmente esto no es una ventaja, pero es mejor sentarse a tomar un café y no competir el viernes, que tener que salir diez puestos atrás", explicó Seb, que espera reactivar sus opciones al título en la cita belga.
"Creo que todavía es posible", continuó. "No estoy renunciando, definitivamente no. Por cierto, 25 puntos no son fáciles, pero hemos visto cómo las cosas pueden cambiar rápidamente. También creo que una cosa que nos ha ayudado es que Jenson no ha sido muy fuerte en las últimas carreras, no esta consiguiendo puntos. No sé que le pasa, pero, al final, nos ayuda.""Deberíamos haber anotado algunos puntos más en las últimas carreras, pero no lo hicimos, esto no nos ayuda y aun quedan posibilidades en el futuro. Empujaremos y vamos a luchar. Estamos en una posición de caza, así que tenemos que conseguir puntos."
Por su parte, Renault, proveedor de motores del equipo, se ha mostrado sorprendido por la mala suerte del joven alemán. "No hay razones objetivas para los problemas los hayan tenido solo Vettel y Red Bull," declaraba Fabrice Lom.
"Los motores que utiliza Red Bull tienen las mismas temperaturas que los de Renault y el estilo de pilotaje de Vettel no tiene nada que ver," añadía el responsable del programa de motor cliente de Renault, según la revista alemana Auto Motor und Sport.