Mientras hay gente que cuestiona que pueda volver con plenas garantías en torno a su estado de salud, girando su preocupación principal sobre su cuello, el alemán no ceja en su empeño y mañana se pondrá al volante de un F2007 en la pista de Mugello, propiedad de la Scuderia.
Serán dos días en total, mañana y el miércoles, en los que sin duda sabremos casi definitivamente cómo está Schumi ya no sólo del susodicho cuello, sino también de ritmo de carrera. Aunque con un coche de 2007, totalmente diferente a los que se usan este año por normativa, pocas conclusiones de ese tipo podremos sacar. Eso sí, para paliar en parte la diferencia, usará neumáticos slick.
En fin, veremos qué pasa en la Toscana, ya que si Schumi no da la talla (cosa de la que personalmente dudo) habrá que ver qué deciden en Maranello.