El finlandés corría en casa y, tras la buena actuación de ayer, se sintió motivado y cometió dos pequeños errores que acabaron con él en la cuneta. Después de un salto demasiado optimista, Raikkonen sufrió daños en la suspensión de su Fiat Abarth Grande Punto S2000, momentos después tuvo problemas en uno de los cilindros del motor, y tras salir un poco pasado de una curva, el coche volcaba al tropezar con unas piedras y daba una vuelta de campana bastante espectacular.
Tras salir del coche con su frío gesto habitual, Raikkonen comentaba: "Conocía ese lugar, pero entré algo colado. Pensé que nos íbamos largos, aunque por desgracia había muchas piedras, y cuando las golpeamos el coche volcó. ¡Creía que no acabaríamos el rally porque tuvimos demasiados problemas con el motor! Pero fue divertido y nadie resultó herido. Cosas que pasan, es parte de los rallyes."
Además volvió a indicar que le gustaría cambiar los monoplazas por los coches de rally en un futuro, aunque no dijo cuando exactamente.