
El proyecto, que se firmaría para cinco años a partir de la temporada 2010, está respandado por el gobierno canadiense y será presentado próximamente a Bernie Ecclestone, que habría enterrado sus rencillas con el promotor de la carrera Normal Legault.
Tras caerse del calendario de la Fórmula Uno para la temporada 2009, el circuito Gilles Villeneuve acogería a principios de junio la esperada vuelta del Gran Circo a Canadá, país que había acogido una cita del mundial desde 1975.
Los rumores señalan que el acuerdo por cinco campañas estaría cifrado en una cantidad de 35 millones de dólares por año, resultando 175 millones de dólares en total.