"Pienso que, cuando estaba tumbado en el hospital de Tasmania en noviembre, nunca habría soñado con un día de gloria como el de su victoria en Nurburgring," señala Horner, cuyo equipo aspira a arrebatar a Brawn GP la primera posición en la tabla de constructores.
"Nosotros estuvimos preocupados desde el primer momento porque se le olvidó decirnos que también se había fracturado el hombro. Así que su regreso ya fue verdaderamente destacable y es la prueba de su determinación y compromiso. Ha sido capaz de volver a la pista, de estar en forma y de pilotar como jamás lo había hecho," confiesa el jefe de equipo.
Pese a su sensacional rendimiento en las últimas carreras, Horner confirma que Webber no está totalmente recuperado. "Aún no está a tope de forma. No puede hacer footing. Y lleva en el coche una cantidad extra de plomo en su pierna que a Adrian Newey no le hace del todo gracia"."Mark ha aprendido a tratar con la herida. Aunque se encuentra bien, no tiene el nivel de preparación que tenía hace doce meses", señala el británico, que cree que el accidente ha cambiado la manera de pensar de Webber. "En la carrera no se vino abajo por la sanción de 'drive through', que yo considero merecida. Pronto nos dijo con seguridad que aún creía que podía ganar la carrera".
Como una de las piezas clave del equipo austriaco, Horner está convencido de que Red Bull puede seguir con este rimto de buenos resultados en las siguientes citas del campeonato. "Hemos sido competitivos en distintas pistas, con dos dobletes seguidos, y podremos serlo en Hungría. Iremos carrera a carrera".