El ayuntamiento de la ciudad de Hockenheim, dueño del 94% de la propiedad del circuito alemán, ha confirmado que la sede del Gran Premio de Alemania en el pasado año no volverá a recibir la Fórmula Uno.
Esta decisión se debe a motivos económicos, ya que el consistorio ha explicado que perdió seis millones de euros en la organización del Gran Premio en 2008, que será recordada como la última cita de Hockenheim con la Fórmula Uno.
Eterno circuito de largas rectas entre el bosque, la remodelación que sufrió en 2004 convirtió Hockenheim en una pista muy propicia para los adelantamientos a cambio de perder su esencia de velocidad que había permanecido igual desde su estreno en 1970.
En el olvido del Gran Circo quedarán la legendaria zona del estadio, inalterada en la remodelación, la parabólica que nos ofreció momentos de emoción en los últimos años y la magnifica Südkurve de doble vértice, que anticipa la llegada a la corta recta de meta.