Todo esto lo ha dicho, Mosley, en una carta enviada a la revista AutoSport y que podéis leer después del salto.
"En las últimas semanas ha quedado claro que uno de los objetivos de los equipos disidentes es que dimita el presidente de la FIA. El año pasado me ofrecieron su confianza y, tal y como escribí el 16 de mayo de 2008, era mi intención no optar a la reelección en octubre de este año.
Sin embargo, a raíz del ataque sobre mi mandato, ahora tengo que reflexionar sobre si mi decisión original de no presentarme a la reelección fue correcta.Sólo los miembros de la FIA deciden democráticamente a sus dirigente y no la industria del automóvil. Y menos aún los individuos que la industria del automóvil elige para dirigir a los equipos en la Fórmula 1.Este es un ataque a los derechos de la FIA de regular el Campeonato Mundial. Y lo que es peor, son críticas injustificadas y un desafío directo a toda la estructura y al propósito de la FIA.Ningún presidente de la FIA puede permitir que esto quede así... estamos preparando también un procedimiento judicial en caso de sea necesario para proteger los derechos de la FIA en el Campeonato y para disuadir a cualquier equipo de la Fórmula 1 que incurra en actos ilegales.
El catalizador de la actual controversia se centra en que la FIA quiere reducir costes. Y eso es esencial para que los equipos independientes puedan sobrevivir. Sin los equipos independientes, el campeonato dependerá sólo de fabricantes de automóviles que, por supuesto, siempre han ido y venido a su antojo.
Es extraordinario que en un momento en el que los cinco fabricantes que participan tienen grandes dificultades financieras y dependen del dinero de los contribuyentes, pongan en peligro a la F1 con el fin de evitar esa reducción de costes.Queda por ver si las juntas directivas de las empresas matrices permitirán que los recursos que tienen ahora se desperdicien de esta manera."