Por eso Max Mosley ha enviado una carta a la Asociación de Equipos invitándolos a que formalicen su inscripción sin condiciones antes de este viernes, pues de otra manera, no serán incluídos en el Campeonato de 2010. Como argumento para convencerlos, el presidente de la FIA les asegura que, una vez estén todos inscritos, se dialogará para cambiar la reglamentación de forma unánime. Pero claro, los equipos no son tontos y no se han dejado engañar.
La carta de Mosley: "Bajo el Código Deportivo Internacional (Artículo 66), la FIA no puede cambiar las normas publicadas para 2010 a menos que tengamos el consentimiento de todos los competidores que vayan a participar. Aún así, una vez que se haya confirmado la lista de inscritos, podremos realizar cambios siempre y cuando contemos con un acuerdo unánime."
"Los equipos son los que ahora tienen la opción de participar en ese proceso como competidor confirmado, o no. Para poder participar, deberían escribirnos confirmando que su inscripción es incondicional. Obviamente está es sus manos, pero la forma más simple de asegurar de que todos los inscritos compiten con las mismas reglas sería si todo el mundo lo hiciese bajo el reglamento del límite presupuestario como ya se ha publicado y que todos los participantes cooperasen para acordar las modificaciones a esas normas que harían la propuesta factible para todas las partes.""Ya hemos solicitado su opinión a algunos de los nuevos equipos en cuanto a las nuevas medidas y se han mostrado positivos, así que alcanzar una solución debería ser relativamente fácil."
Ante este texto, la FOTA ha decidido guardar silencio y no hacer ningún comunicado, al menos de momento. Incluso cuando se le preguntó sobre el asunto a John Howett, presidente de Toyota y vicepresidente de la FOTA, este simplemente dijo: "No puedo comentar nada sobre la carta."
Mientras esperamos una reacción por parte de los equipos, la FIA está poniendo a trabajar a sus abogados para intentar romper el acuerdo que los 8 integrantes de la FOTA firmaron entre sí. Recordamos que en el GP de Mónaco las escuderías firmaron un acuerdo por el cual no se inscribirían en el Mundial de F1 de 2010 si la Federación no modificaba la reglamentación para ese año. Y más tarde (tras los abandonos de Williams y Force India) fijaron una multa de 50 millones de dólares a todo aquel que rompiese el acuerdo.
Pues bien, la FIA está muy nerviosa y ya lo único que le queda es intentar romper la unidad de los equipos para que se inscriban, pero no lo va a conseguir.
Max Mosley y los suyos, tras haber visto dicho documento, han declarado que dicho acuerdo podría violar la ley de competición europea o el acto de empresas de 2002 en el Reino Unido. Pero en la FOTA están muy tranquilos en cuanto a esto. Howett aclaraba la situación:
"La verdad es que no estoy preparado para discutir cualquier detalle de ese acuerdo. Es un acuerdo genuino entre los constructores para participar en una competición deportiva. Se trata de participar, no de boicotear, y no cubre ningún tema comercial. Creo que es un documento genuino y totalmente legal, además de no controvertido."
"He de decir que ese documento ha sido revisado por los abogados de los equipos y por los abogados de los constructores, que diariamente tienen que tratar con la legislación europea de competición sobre antimonopolios. También me han notificado que un grupo consultó con el departamento de competición europeo, así que estoy bastante seguro de que no hay ningún problema."
Un intento fallido más de la FIA por recuperar a las grandes marcas de la Fórmula 1, lo que demuestra que, a pesar de la arrogancia de Max Mosley y la aparente despreocupación, están bastante desesperados por lo que le vaya a pasar a la F1 en 2010.