Grosjean, que compite para el equipo español Barwa Addax Team y es el líder indiscutible del campeonato, se ha subido (literalmente) a uno de los muros del revirado circuito de Mónaco cuando intentaba superar a Andreas Zuber a falta de cinco vueltas del final.
El Safety Car tuvo que salir a pista para que los múltiples trozos del monoplaza pudiesen ser recogidos y la carrera fue cancelada a falta de completar 2 vueltas. Afortunadamente, y a pesar del aparatoso golpe (a la madre del franco-suizo casi le da un infarto), el piloto no sufrió ningún daño y salió por su propio pie del coche. ¡Que tengan cuidado mañana los mejores corredores del planeta!