El del Principado es casi el único circuito del calendario en el que las manos del piloto importan más que el resto, aunque también hay que tener un poco de fortuna y saber entrar a boxes en el momento oportuno cuando sale un Safety Car a pista. Algo que hizo muy bien el año pasado Lewis Hamilton.
El piloto probador de McLaren-Mercedes nos explica: "En Mónaco puede pasar de todo porque es el circuito más difícil del Mundial y es también el último circuito 'de piloto' que nos queda. A nivel de reglajes lo más importante es ablandar el coche todo lo que puedas para conseguir mucha adherencia en curva lenta. Contrariamente a lo que se ha dicho el KERS sí que supone una mejora importante aquí en tiempos aunque no tanto como en Barcelona."
En Mónaco no hay que precipitarse: "Lo más importante en Mónaco es no arriesgar demasiado en los entrenamientos libres y no tener ninguna ambición en estas sesiones porque tienes que ir aumentando tu confianza paso a paso a medida que te acercas a la clasificación. Es aquí donde tienes que arriesgarlo todo, porque al final, Mónaco es eso: clasificación, salida y luego en carrera saber interpretar la salida de un Safety Car."