El año que viene se acabó el privilegio que significaba para Toro Rosso disfrutar del apoyo de Red-Bull, en lo que a chasis y aerodinámica se refiere.
La normativa se restringe, y Toro Rosso tendrá que convertirse en constructor, aunque seguirá apoyado por Red-Bull en algunos aspectos.
Ésto supondrá que la escuadra de Faenza tendrá que invertir más para 2010, por lo pronto ya Franz Tost, jefe de la escudería, comunicó que se van a contratar 35 personas más por este motivo, además añadía: "Estamos desarrollando nuestra infraestructura, así que el próximo año el coche será diseñado en Faenza".
Las ventajas de ser "el hijo pequeño" de Red-Bull es que seguirán usando la misma transmisión, amén de otro componentes menores. Pero lo más importante es podrá apoyarse en el tunel del viento de Red Bull en Bicester, todo un lujo.