En 1984, un equipo británico, Tyrrel, fue sancionado por la FIA con la pérdida de todos los puntos después de que detectasen que hizo trampas en el Gran Premio de Estados Unidos en Detroit. Tyrrel en el último repostaje echó unas bolitas de plomo mezcladas con gasolina para llegar al peso mínimo exigido, pero la FIA les pilló y además de quitarle el segundo lugar a su piloto, Martin Brundle, les quitó todos los puntos y les impidió que volviesen a correr ese año.
Eso es lo que teme McLaren, que ya ha comenzado a preparar una defensa para tratar de convencer a la FIA de que no se aprovechó de la información de Ferrari y que tan sólo fue culpa de su ingeniero. Veremos a ver lo que ocurre, porque si la FIA hace lo mismo que en el caso Tyrrel, supondría eliminar tanto a Alonso como Hamilton de la competición, y eso sí que quitaría espectáculo a la competición y tampoco les trae cuenta.