¿Por qué este cambio de opinión en tan poco tiempo? Pues todo tiene que ver con el juicio al que será sometida McLaren el próximo día 29. Según informa The Times, todo es una estrategia planeada por los abogados de la escuadra para conseguir que el máximo implicado en todo el escándalo no pueda ir a declarar ante la FIA.
El diario británico dice que en Woking se dieron cuenta que, según los estatutos de la Federación, el tribunal al que se enfrenta McLaren no puede llamar a nadie que no pertenezca a la Fórmula 1.
Sin lugar a dudas, la estrategia es maestra y hay que alabar a Ron Dennis y los suyos por ello. Se despide a Ryan, con lo que se consigue que ya no pertenezca a la F1, y se le compensa económicamente para que este no se sienta menospreciado. Por el otro lado, McLaren consigue de esta manera que el testigo principal del proceso no acuda a la vista de París, algo que será determinante en el juicio. Con lo cual, la solución es muy beneficiosa para ambas partes.Aún con todo y esto, The Times asegura que el propio Ron Dennis intentó, sin éxito, convencer a su pupilo, Lewis Hamilton, para que no pidiera perdón en público en Malasia. El ex-jefe del equipo aconsejó al piloto que no lo hiciese porque haría mucho daño a la escudería, pero Lewis desoyó a su mecenas.
Yo no sé vosotros, pero yo ya estoy deseando que llegue pronto el 29 de abril para que todo este lío se aclare de una vez por todas y la Fórmula 1 vuelva a mirar hacia las pistas y no sólo hacia los despachos.