Al llegar a su país natal, Mark Webber declaró al diario local The Age que el alcance de sus lesiones no se había hecho público antes. Explicó que, antes de volver a Europa después del accidente, recibió más malas noticias tras visitar a un fisioterapeuta: "Descubrimos que tenía una fractura en el hombro izquierdo."
"Fue solo que al caer con la mochila puesta, con el peso se quebró parte del hueso. Francamente, con lo mal que estaba la pierna, fue una auténtica molestia. Por suerte, no necesitaba operación, pero era más difícil moverme con muletas e intentar dormir."
También dijo que en algunos momentos perdió la fe de volver a competir cuando se presentó el coche de 2009 en el test de febrero. Webber explicó que mucha gente le dijo que esa primera prueba sería imposible: "Prácticamente le garanticé a Dietrich (Mateschitz, propietario del equipo) que estaría en la primera prueba el 11 de febrero y hubo momentos que pensé que había sido demasiado impulsivo al decirlo."