Esta modificación se hará tras recibir una sugerencia por parte de los equipos de la parrilla. Con ella se pretende que durante todo el sábado y el domingo no se pueda cambiar de motor, es decir, que con el mismo se deben completar los últimos entrenamientos libres, la calificación y la carrera de un GP.
Se pretende evitar así que los equipos cambien el propulsor para afrontar "más frescos" la clasificación y la carrera. También se evitaría así que un piloto que no hiciera un buen tiempo en la sesión de clasificación comience la carrera con un propulsor usado y dé por perdido el Gran Premio.
Y es que si tras un golpe de mala suerte un piloto sale el 18º (último puesto de la parrilla si Honda no se salva) su escudería podría decidir poner al monoplaza un motor viejo y utilizar otro nuevo en la siguiente carrera en la que parta de una posición mejor. Prácticamente lo mismo podría ocurrir en el caso de que el día de la carrera llueva, por lo que habría una epidemia de cambios de motor los sábados.El objetivo principal de todo esto es reducir el número de mecánicos necesarios en cada Gran Premio, minimizando así los costes, algo primordial en época de crisis.
Pat Symonds, director de motores de Renault, lo explicaba así: "Ahora se permite cambiar el motor después de la tercera sesión de ensayos y eso no tardaría en degenerar, se trata de evitar que se cambie el propulsor de manera excesiva y así se necesitan menos personal en las carreras."