Según informan 'La Gazzetta dello Sport' y la agencia ANSA, todo viene de un polvo que se encontró en el fondo de los depósitos de los coches de Kimi Raikkonen y Felipe Massa el pasado 21 de mayo. Esa sustancia se eliminó y fue enviada a la FIA para su posterior estudio por parte de la policía, al encontrar el organismo que dirige Max Mosley sospechas de que podría tratarse de un caso de sabotaje.
El 'móvil del crimen' tiene tintes propios de una película. Como si de una mujer despechada se tratase, Stepney no aceptó en su día que no fuera él el sustituto de Ross Brawn como director técnico de Ferrari. Tras finalizar la pasada temporada, Stepney criticó duramente a Ferrari en una entrevista concedida a un diario de su país, a lo que la marca de Maranello respondió no enviándole a más carreras como represalia. El británico, que sigue siendo empleado de Ferrari sin cargo concreto, está siendo sometido además a una investigación interna por parte de la 'scuderia'.