Pero puede que tanto esfuerzo para aumentar el número de adelantamientos no sirva de mucho, o, como dice Webber, podría llegar a dañarlo.
Cuando le preguntaron si la competición estará más reñida esta temporada, el piloto de Red Bull respondió: "No necesariamente. Creo que el tiempo entre los coches será mayor", explicó en una entrevista con motorline.cc. "El año pasado la diferencia entre coches en la calificación era de dos décimas, este año tal vez será de cuatro. Así puedes calcular lo grande que será la distancia después de tres vueltas".
"Todos dicen que el espectáculo necesita ser mejorado, pero el año pasado tuvimos algunas carreras emocionantes. Los dos últimos años han sido absolutamente espectaculares. Sueñan si creen que pueden mejorar el espectáculo", añadió Webber.El piloto australiano también cree que muchos adelantamientos podrían acabar siendo aburridos, como queda demostrado en la "competición por óvalos" estadounidenses.
"No es muy emocionante que hayan 10.000 adelantamientos en cada carrera: esto tiene que ser un desafío. No está hecho para ser fácil, o si no, pasará como en la Indycar, que no es muy emocionante".
Webber observó que, aunque la aerodinámica de los coches ha cambiado mucho este año, el obstáculo más grande a la hora de adelantar - las distancias cortas de frenado - sigue siendo el mismo.
"Seguiremos frenando muy tarde. El límite es el límite".