El próximo año (si no cambia la normativa actual) cada equipo que quiera participar en el Campeonato del Mundo de F1 deberá construir su propio coche, por eso el multimillonario austriaco ha comentado que tiene previsto deshacerse de la escudería de Faenza.
En todo caso y siendo consciente de la importante crisis financiera global, Mateschitz admite que los posibles compradores son escasos y que seguirá apoyando a Toro Rosso.
Y hablando de crisis, Dietrich ha comentado que Renault no es el único constructor de la Fórmula 1 que se está cuestionando su futuro a largo plazo en esta competición: "No es sólo Renault, lo mismo sucede con Toyota y aparentemente también con BMW. Probablemente todos en la Fórmula 1 están analizando su gestión en un momento de recesión económica mundial."