A mediados de la temporada pasada, además de demandar al diario News of the World por la publicación del video de la famosa "orgía nazi", Mosley comenzó una investigación para identificar a quien estaba detrás de todo, y parece que ahora ha dado sus frutos.
Max ha declarado que cree que, quien quería que el británico dimitiera o fuera despedido, pertenece al mundo de la F1. Algo que siempre pareció lo más lógico.
"Ahora sabemos casi seguro quien es. No fue por diversión. Fue para librarse de mí, pero no voy a hacer ni decir nada hasta que esté totalmente seguro y eso tardará un poco más de tiempo."Pero Mosley admitía que puede que aún se tarden varios años en encontrar pruebas que impliquen directamente al traidor, y, por lo tanto, en hacer pública su identidad: "Podría tardar dos o tres años por varias razones. No me importa lo que tarde."