Alfa Romeo Sauber vivió una de cal y otra de arena en el Gran premio de Australia de Fórmula 1. Si bien Marcus Ericsson tuvo que abandonar en la vuelta 8 tras una avería en su monoplaza, su compañero de equipo, Charles Leclerc, logró completar la carrera y cruzar la línea de meta en decimotercera posición, mostrando un ritmo bastante superior al de Lance Stroll y Brendon Hartley, quienes le siguieron en la tabla, y únicamente perdiendo un segundo y una décima respecto al Force India de Esteban Ocon. Un resultado que el piloto monegasco ha festejado, aunque al mismo tiempo se ha mostrado comedido y no ha dudado en añadir que la Fórmula 1 no solo depende del potencial del equipo o los propios pilotos, sino que hay otros factores que también influyen en el devenir de este deporte. Por ello, afirma que la escudería suiza tendrá muy complicado puntuar en este Campeonato.
Con los pies en la tierra
"Estoy muy contento con la carrera que hizo el equipo, no solo porque logramos cruzar la línea de meta, sino porque creo que hemos sabido aprovechar nuestro potencial. Lo único frustrante que debo aprender es que en la Fórmula 1, aunque estés haciendo las cosas bien, hay otros factores que no están en tus manos, de modo que mi objetivo es hacer mi mejor trabajo de la mejor forma posible. No pudimos anotar ningún punto en Australia, evidentemente, y será muy difícil conseguir alguno este año, pero deberíamos estar contentos con la carrera que hicimos", ha comentado en declaraciones concedidas a Motorsport Week.