Toro Rosso ha sido una de las escuderías más perseguidas y analizadas durante la pretemporada 2018 de Fórmula 1. Su asociación con Honda ha convertido al equipo con sede en Faenza en blanco de todas las miradas. Ahora, tras unos test más que alentadores, el siguiente objetivo marcado en el horizonte se sitúa en el Gran premio de Australia, que se disputará el próximo fin de semana en el circuito de Albert Park. Uno de los pilotos de la escuadra italiana, Brendon Hartley, ha evidenciado su afán por demostrar que posee un potencial más que suficiente para estar en la categoría, aunque para ello es consciente de que deberá llevar a cabo un arduo trabajo: "Para mí, convertirme en piloto de Fórmula 1 fue un sueño hecho realidad, pero ahora quiero demostrar que merezco estar aquí. Eso requerirá aún más trabajo duro y dedicación y apoyo de los que me rodean", ha comentado el piloto neozelandés en unas declaraciones concedidas al diario Sunday Star-Times.
Con experiencia fuera de la categoría
Asimismo, Hartley ha rememorado su llegada a la Fórmula 1, la cual se vio obligado a afrontar sin apenas tiempo de preparación. Recordemos que el neozelandés debutó en el Gran premio de Estados Unidos en sustitución de su actual compañero, Pierre Gasly, y posteriormente terminaría disputando el resto de carreras de la temporada, México, Brasil y Abu Dhabi. Su mejor resultado lo cosecharía precisamente en Austin, donde logró cruzar la línea de meta en decimotercera posición: "Todo sucedió muy rápido, con poco o prácticamente nada de tiempo para organizarme. Por otro lado, sentí que me había estado preparando para esto durante toda mi vida. Tomé la decisión de afrontarlo de la manera más fácil posible, sin pensarlo demasiado y asegurándome a mí mismo de que disfrutaría el momento", ha proseguido.
Entretanto, también ha querido hablar sobre su experiencia en el Campeonato Mundial de Resistencia, en el cual logró dos títulos y una histórica victoria en Le Mans a lo largo de sus cuatro años en la categoría: "Representar a Porsche en Le Mans supuso una gran presión a nivel personal, pero tuve la suerte de trabajar junto a algunos de los mejores pilotos e ingenieros que puedes encontrar a día de hoy y, en mi opinión, esta experiencia me ha preparado de manera muy positiva. Estoy más en forma que nunca, aunque no puedo ocultar el hecho de que los monoplazas modernos de Fórmula 1 imponen exigencias brutales al cuerpo", continúa.
Dispuesto a puntuar en todas las carreras
Igualmente, Hartley ha admitido que el Gran Premio de Singapur es el más complicado a nivel de resistencia humana, pues los pilotos llegan a soportar temperaturas superiores a los 55 grados en el cockpit, un hecho que requiere una gran preparación antes de la carrera: "Las calles húmedas de Singapur son posiblemente la prueba más exigente a nivel global. Realizar algún entrenamiento de preparación de cara al calor será crucial antes de ese Gran Premio", ha afirmado.
Por último, no se ha atrevido a pronosticar en qué parte de la tabla se encontrará Toro Rosso en 2018, aunque ha admitido que el objetivo es luchar por los puntos con asiduidad: "La Fórmula 1 es un deporte de equipo, por lo que es difícil vaticinar una posición exacta en la parrilla, pero el objetivo es estar constantemente en los puntos", ha concluido.