El piloto español de McLaren, Fernando Alonso, continúa con su optimismo de cara a la inminente temporada de Fórmula 1. El bicampeón del mundo es consciente de que la escudería no se encuentra entre las favoritas de la categoría, pero se ha mostrado tajante al afirmar que no necesita el monoplaza más rápido de la parrilla para poder luchar por el título, sino que le basta con que este sea hasta cuatro décimas más lento que el resto: "Tengo una gran confianza en mí mismo, y sé que únicamente necesito un coche que esté dos, tres o cuatro décimas por detrás de los mejores para poder estar inmerso en la pelea. En algunos circuitos perderemos, pero en otros les vamos a vencer. En ocasiones entrará en juego la estrategia para mitigar el déficit en la unidad de potencia, aunque podremos estar ahí", ha comentado Alonso en unas declaraciones concedidas a F1 Racing.
Luchar con Red Bull, el objetivo más realista
Asimismo, el asturiano se ha mostrado satisfecho con el chasis de McLaren, el cual ha experimentado una gran evolución en el último año, y ha asegurado que la clave para que el equipo británico esté a la altura de las tres escuderías punteras pasa por desarrollar un motor acorde a las exigencias: "Nuestro chasis está progresando realmente como habíamos planeado, así que nuestra solución más fehaciente es contar con un buen motor. En la Fórmula 1 todas las cartas están encima de la mesa. Tienes a ingenieros con grandes capacidades, mucha tecnología; estamos al tanto si perdemos diez milisegundos en una curva lenta o 40 en una rápida. Entendemos la frenada, la tracción y conocemos la presión de los neumáticos de todos", ha continuado.
Igualmente, el bicampeón español ha vaticinado que este año McLaren puede acercarse mucho a Red Bull, motorizado también con Renault, de modo que la batalla por subir a un escalón del podio podría ser viable. De igual forma, ha querido desvelar la complicada situación que ha vivido en la categoría durante los últimos años. Un campeón como él ha tenido que presenciar cómo le doblaban carrera tras carrera y únicamente podía optar a los puestos de la zona media-baja de la parrilla, aunque según sus palabras, lo que peor llevaba era vivir la realidad una vez se desprendía del mono de trabajo: "Hacemos nuestros cálculos cada fin de semana, y si desechamos la evidente desventaja que tenemos en las rectas, nos irá bien y deberíamos estar arriba. No sé si vamos a ganar, pero sé que podemos estar cerca de Red Bull o algo por el estilo", prosigue.
"Hemos sido débiles a nivel general en lo que a chasis se refiere, pero el año pasado fuimos mucho más fuertes. Ese fue el factor que me hizo dejar de pensar en abandonar la Fórmula 1. No ha sido fácil mantener la motivación a lo largo de estos años, siendo sincero. Ha habido altibajos. No en los fines de semana de Gran Premio, pues cuando saltas a la pista y estás con los ingenieros, preparas la clasificación y todo lo demás, el competidor que tienes dentro te hace levantarte y estar listo para enfrentarte a cualquier tipo de reto. Pero entre carreras ha sido complicado, ya que me he visto obligado a presionarme a mí mismo un poco más para estar concentrado", ha concluido el asturiano.
