La polémica está servida. Si Alonso ya había sido foco de las críticas una vez confirmada su intención de rodar en más de una competición este año, ya no hay duda de que va a haber una gran parte de la escena del deporte a motor que reaccione duramente frente a las últimas noticias que se han sabido en torno al español. Recientemente tuvo lugar, por parte de McLaren, la confirmación de Alonso como piloto participante del mundial de resistencia WEC, en la temporada 2018 y 2019 de la mano de Toyota, de forma que el español competiría tanto en la disciplina de los monoplazas, como en las filas de Toyota en el mundial de resistencia. De todos modos, la noticia acompañaba una letra pequeña del acuerdo tripartito, que consistía en la imposibilidad de que Alonso corriera en cada una de las carreras o rondas que forman la competición en la que participará al volante del TS050 HYBRID de Toyota Gazoo Racing. De hecho específicamente iba a ser la ronda japonesa del WEC la que no iba a poder correr, puesto que entraba en conflicto con el calendario del español impuesto por su compromiso con la Formula 1.
Poco tiempo de saberse este hecho, supimos que Toyota había pedido a la FIA cambiar las fechas de la carrera en Japón del 21 de octubre a un breve adelanto: el 14 de octubre, de forma que no se diera ninguna imposibilidad contractual que impidiera a Alonso actuar en la competición. El problema de mover el calendario por un solo piloto era, evidentemente, de gran medida, puesto que no solo supone un cambio de fecha, sino que acceder a la restructuración de las fechas de octubre le seguiría fácilmente una continua restructuración de todo el calendario para mayor acomodo de todos hasta el final de la temporada. Por otra parte, la fecha escogida por Toyota coincidía con otros compromisos que algunos pilotos a tiempo completo del mundial también tienen ya contratados.
"Una decisión increíble, impresionante"
Finalmente, parece que la organización del mundial de resistencia no teme las consecuencias, y ha anunciado que, definitivamente se dará un cambio de fechas, precisamente aquel que el mismo Toyota demandaba, lo que resulta, para muchos, en un movimiento injusto y poco objetivo de cara a la agenda del resto de pilotos a tiempo completo en el mundial de resistencia. El cambio de fecha consistirá en volver a la original, 14 de octubre, de forma que lo que en un principio significaba un beneficio para unos, se convierte en el beneficio de uno solo: adelantar Fuji una semana supondrá que los pilotos con contratos para correr en el Petit Le Mans pierdan sus compromisos en favor del mundial de resistencia, perdiéndose así la final del IMSA.
La carrera japonesa en un principio estaba confirmada para realizarse en el fin de semana del 12-14 de octubre, pero la organización había decidido en septiembre adelantar estas fechas al 21 para mayor beneficio del máximo número de pilotos. Sin embargo, retrasar de nuevo la fecha vuelve a la posición original, lo que para muchos es verdaderamente incomprensible, y motivo de protesta, como por ejemplo el piloto francés Olivier Pla, que representando a aquellos pilotos que se ven afectados por su intención de participar en la carrera emplazada en America, ha escrito un duro tuit, en el que aseguraba estar totalmente impresionado con la decisión tomada: "muchas gracias a la WEC, no me puedo creer lo que habéis hecho, vuestra falta de consideración y de respeto por los pilotos que tenían contrato con un equipo en la IMSA para correr en el NAEC el mismo fin de semana es increíble. Estoy seguro de que no seré el único que ha quedado impresionado con lo que habéis hecho", rezaba el tuit.
