El jefe de operaciones de Force India, Otmar Szafnauer, señala que lo más complicado del invierno para el equipo ha sido adaptar el halo en el diseño del coche. El nuevo dispositivo que se instalará en todos los coches de Fórmula 1 a partir de la temporada 2018 pretende disminuir el riesgo de lesiones en las cabezas de los pilotos.
Tomó mucho tiempo y trabajo para el equipo, pero comentan que ya han pasado con éxito el crash test que la FIA exige a los equipos para garantizar que el diseño de los coches cumple con las expectativas de seguridad. Szafnauer dice: "Lo más complicado durante el invierno, para nosotros, ha sido incorporar el halo en el diseño del coche porque se introdujo muy tarde, lo cual, para un equipo de nuestro tamaño y el diseño lo hiciera más difícil. Hubo grandes cambios en el diseño ya que tuvimos que incorporar el halo".
"Hemos encontrado que fue un gran desafío. Pesa mucho, por lo que fue un reto no aumentar demasiado el peso, también hacer que el halo sea lo suficientemente fuerte para que soporte todas las cargas obligatorias" (pesa alrededor de 9 kilos + 7 kilos de refuerzos en el chasis para incorporarlo de manera segura).
Un intento bastó para aprobar
Con todo esto, en el equipo ya están aliviados en este aspecto pues no les ha tomado más de una prueba para que la FIA les diera el visto bueno, lo que significa que el desarrollo de otros aspectos del coche puede seguir su marcha. "Tenemos todo aprobado. De hecho, respetamos nuestro programa y lo que es bueno es que lo aprobamos a la primera. Si no hubiera sido así, podría haber sido un problema. El desarrollo del coche continúa a un ritmo rápido pero esto es relativo. No sabemos en qué punto estamos", finaliza.