El coche tuvo en su debut un spray sobre el monocasco (el que veis en la imagen) que servía para ver el comportamiento del aire en pista, y las conclusiones son que le falta agarre y capacidad de tracción, pero hay tiempo, aunque cada vez menos, para solucionarlo. Para los próximos test de Jerez de la semana que viene ya están previstas las primeras modificaciones en el coche.
Pero habrá muchas más, el coche cambiará mucho antes del GP de Australia (29 de marzo). Y es que tras los test aerodinámicos de ida y vuelta realizados en el aeródromo inglés de Kemble para validar piezas, se espera que el R29 aparezca en los últimos entrenamientos de pretemporada (Montmeló, del 11 al 14 de marzo) con un nuevo morro bajo.