Los pilotos están a dispuestos a asumir una subida del IPC en el precio de la superlicencia, pero el incremento de la cuota a pagar, y el importe por punto conseguido es lo que ha provocado la reacción de los pilotos, que en su comunicado atacan a la FIA y también centra sus queja en el propio Max Mosley.
A continuación os ofrecemos parte de dicho comunicado.
"La licencia básica ha aumentado su precio cinco veces y el desembolso por cada punto, 3,5. Los aumentos de las tarifas sólo deberían cubrir los costes administrativos en lugar de ser una fuente de beneficios para la FIA. Ellos deberían tener fondos suficientes con la explotación de los derechos comerciales".
"Los aumentos son poco razonables e injustos. Además, han sido introducidos por la FIA sin consultar previamente a los pilotos."Además, como decíamos, atacan a Max Mosley: "Las ganancias brutas (y netas) de los pilotos son confidenciales entre los pilotos, su administración y asesores fiscales y las autoridades fiscales competentes, y así deben tratarse. En diciembre, la GPDA envió una carta rechazando la petición del Sr. Mosley de hacer públicas estas cifras porque no era relevante para calcular las tarifas apropiadas para las licencias. A pesar de eso el Sr. Mosley dijo a los medios que no había recibido ninguna contestación por nuestra parte".
"En cuanto al tema de si la licencia se paga por el equipo o el piloto, el Sr. Mosley llegó a la conclusión de que era una cuestión contractual privada entre el conductor y su equipo, y no un asunto de la FIA".
En cuanto al fin de la superlicencia, los pilotos no creen que deba ser su dinero el destinado a la seguridad: "Son los circuitos los que tienen que proporcionar seguridad y es obligación de los fabricantes proporcionar cascos, monos ignífugos... apropiados para ese propósito. La FIA, como órgano rector, tiene el deber de imponer las normas de seguridad y supervisar a través de la concesión de licencias, pero en el caso del proceso de la concesión de licencias para los pilotos es distinto. Sólo sirven para asegurar que los pilotos son competentes y tienen el nivel necesario para correr en F-1. Los pilotos no deberían tener que pagar los costes de que otros cumplan su obligación legal para con ellos".
Parece que la cuerda se tensa. En breve, un nuevo capítulo.