El jefe de McLaren afirma que, tras los tres años de caos en el equipo, en este último año han podido mejorar el chasis del MLC32 hasta convertirlo en uno de los mejores de la parrilla. El equipo de Woking lleva ya bastantes años en la sombra y, con la ayuda de Honda, confiaban en poder volver a lo más alto de la tabla. Sin embargo, tras tres años de asociación, los resultados han sido desastrosos y el equipo no ha podido encontrar el camino de vuelto, lo que ha concluido con el divorcio entre el equipo inglés y la marca japonesa. Durante esta asociación, ha habido momentos muy duros por parte de ambas partes, ya que los abandonos han ido azotando el rendimiento del coche seriamente hasta límites nunca vistos.
Por parte de McLaren, Boullier asegura que el mayor peligro en este sentido era perder a gente importante dentro del equipo, ya que cuando los resultados no llegan cuesta convencer a la gente de que eso cambiará, de que la dinámica mejorará y de que el equipo volverá a ser fuerte en el futuro. Boullier no solo habla de pilotos, sino también de ingenieros u otros trabajadores que no quería perder por culpa de la mala marcha del equipo. Por ese motivo, la asociación con Honda debía llegar a su fin, porque no se estaban cumpliendo los objetivos y la desesperación era más grande que la confianza."En febrero fui a hablar con dirección, les mostré la información y les dije que no podíamos permitirnos otro año igual. El primer año con Honda fue muy duro, al igual que el segundo, pero con este tercer año esperábamos conseguir ya el progreso necesario para volver a ser competitivos, pero Barcelona demostró que en lugar de avanzar y progresa estábamos retrocediendo. Evidentemente, les avisé de las consecuencias de otro año en blanco, en el que mantienes hay que intentar mantener a todos en el mismo barco", comenta el jefe de McLaren. Complicado es mantener el equipo intacto cuando no se cumplen las promesas o los objetivos, pero McLaren ha logrado mantener el bloque con el que esperan resurgir en 2018.
"Tenemos un equipo nuevo, reconstruido en los últimos tres años: gente nueva, muy buena, competitiva, que solía ganar y corríamos serio peligro de perderlos. Los pilotos son pieza clave en el equipo, pero otras caras, otros trabajadores... Tenía miedo real de perderles a ellos. Eso fue sobre lo que hablamos al principio de la temporada", añadía Boullier. A pesar de que este 2017 no ha sido lo que el equipo esperaba, el jefe de McLaren admite que pueden sacar cosas positivas de un año en el que han tenido algo más de continuidad y de rendimiento transformado en puntos en muchas carreras de la temporada. El chasis ha sido una de las grandes alegrías de la temporada.
El chasis, motivo de alegría
"Yo creo que podemos sacar muchas cosas positivas de este último año. Si miras lo que hemos conseguido en términos de rendimiento del coche, en lo referente al chasis, sabemos que volvemos a estar en el podio, delante. Eso, para mí, es una recompensa enorme. Hemos conseguido mejorar el chasis con unas circunstancias muy complicadas. Otro aspecto a destacar es que el equipo está realmente unido en estos momentos. Hemos sufrido mucho estos tres años atrás, pero, al mismo tiempo, nadie ha abandonado el barco. Todo el mundo está de acuerdo en que este equipo ganará de nuevo. Hay una confianza enorme en lo que intentamos conseguir y por eso hemos mejorado el desarrollo del coche", ha señalado.
Uno de los aspectos que cambiará en el equipo en 2018 será el tema del motor. El equipo inglés usará la unidad de potencia de Renault que, aunque no está para echar cohetes en cuanto a fiabilidad, muestra mejor rendimiento que el de Honda y el propio Cyril Abiteboul ha asegurado que en 2018 buscarán un equilibrio entre potencia y fiabilidad. Boullier, por su parte, sabe que el proceso de cambio no será coser y cantar, sino que llevará su trabajo. "Hay que adaptarte y ajustarse al diseño del motor, pero la arquitectura seguirá siendo la misma. Tenemos un concepto inteligente, así que no va a ser un problema muy grande. Cualquier decisión importante siempre es difícil de tomar. El hecho de que McLaren ganara con Honda era un sueño para todos, una historia con final feliz. Hoy tenemos un gran respeto por ellos y la ruptura no implicó gritos, ni enfados, ni dedos acusadores. Todos somos muy profesionales. Al final, esto es un negocio y ellos lo entienden. Pero es evidente que estamos tristes de que no haya funcionado como queríamos", ha comentado Boullier.
"McLaren-Honda como marca encajaba bien, pero lo que no encajaron fueron los resultados. Ahora tenemos que ver que volvemos a ser competitivos. Les deseo todo lo mejor, quiero que Honda tenga éxito, pero que estén por detrás de nosotros", comentaba Boullier bromeando. "Lo hemos intentado durante los últimos tres años, pero la madurez y el momento no eran los correctos para nosotros. Eso es así. Seguirán desarrollando y pueden tener éxito en el futuro, por supuesto. El deporte cambia constantemente y con rapidez, pero a veces las asociaciones no encajan con esos cambios", proseguía el jefe de McLaren.
"Parecía que con Honda estábamos de luna de miel, pero hemos aprendido que las lunas de miel no son buenas y tienen mucho peligro. Ahora tenemos que asegurarnos de que cuando nos pongamos a fabricar tenemos todos los datos justos y precisos, lo que necesitamos para conseguir ese paso adelante. Pronosticar algo en estos momentos es imposible, por lo que no podemos decir dónde estaremos el año que viene. Hay que seguir trabajando y asegurándonos de que no cometemos los mismo errores", concluía Eric Boullier.
