Sauber está haciéndose bastante de rogar en lo que respecta a varios aspectos del futuro de esta escudería suiza. En primer lugar, y lo que para los aficionados probablemente sea más interesante: la alineación está todavía por determinar para la temporada que viene. Los dos pilotos actuales, Marcus Ericsson y Pascal Wehrlein, no saben lo que sucederá y así lo han expresado recientemente. Por otra parte, el acuerdo entre Ferrari y Sauber ha hecho que los rumores sobre el apartado tecnológico de la escudería que este año acabará décima en el Mundial de Constructores, no paren de crecer. Alfa Romeo es la compañía elegida para suscitar la opinión pública, incluso ha llegado a decirse que Sauber podría ser rebautizada y traer de vuelta el nombre Alfa romeo a la Formula 1.
Con el entusiasmo que reina en Sauber por la afiliación con Ferrari, parece estar claro para muchos que los suizos van a estar más que dispuestos a ceder ante las propuestas que lleguen desde Italia. Así, una de las más claras condiciones de Ferrari parece ser la que respecta a al menos uno de los dos asientos de los que disponen. Charles Leclerc es el nombre que más suena después de proclamarse campeón de GP2, el protegido de Ferrari lo tiene fácil para pilotar el año que viene en Sauber-Alfa Romeo 2018. En este sentido, y aludiendo a lo que les está costando por anunciar de una vez quiénes serán los elegidos, parece que desde Sauber la decisión pendiente es la de elegir cuál de los dos pilotos actuales se quedará y cual termina este año su viaje por la F1.
Las cartas sobre la mesa
Marchionne ha expresado su deseo de traer de vuelta el nombre Alfa Romeo que a su parecer, "podría convertirse en un perfecto caldo de cultivo para los pilotos italianos más jóvenes. El mejor de ellos Antonio Giovinazzi ya es nuestro, pero todavia hay muchos que no han encontrado su momento." La firma del italiano será la que sellará cualquier decisión tocante al futuro de Sauber. Por su parte, Vasseur no ha mostrado ningún signo de preocupación al respecto, sabiendo que la decisión de momento no es cosa suya, asegura que se anunciará pronto, pero que no tiene prisa alguna.
"Las negociaciones tienen que ir por orden. Discutiremos con Ferrari uno de los puestos, hablaremos detenidamente sobre uno de los asientos, que creo que será nuestro, pero paso a paso. Luego ya lo haremos sobre el segundo. Con Marcus tenemos un buen activo, su experiencia y su ductilidad tienen mucho valor para nosotros." Dicho esto, el director de Sauber aseguró que la prioridad no es el presupuesto, ni las valoraciones comerciales, sino que la decisión responderá a "un plan a largo plazo, enfocado en la buena salud del equipo."
Futuro en vilo
Parece que Marcus Ericsson ha sido de entre los dos, el que más cerca se ha colocado de resultar el elegido, y sin embargo el joven sueco sabe que la decisión final responderá a los intereses de Ferrari, y ha afirmado ser consciente de su difícil situación, obligado a competir con Leclerc y Antonio Giovinazzi, piloto reserva que ha sustituido en diversas ocasiones a Wehrlein tras su accidente en enero. El joven Ericsson será una baja el año que viene si finalmente Ferrari logra su objetivo de colocar tanto a Leclerc como a Giovinazzi, por ello ha declarado estar preocupado por su futuro y la incertidumbre a la que está siendo sometido este final de temporada.
"Las relaciones con Ferrari avanzan cada vez más, y tengo entendido que las negociaciones sobre el futuro tienen que ver más con aspectos de la sociedad en general, que con los asientos propiamente. Me preocupa la conclusión, porque dependiendo de los parámetros del acuerdo, me quedaré o no. Me consta que Ferrari está presionando con sus dos pilotos, pero confío en ser la propuesta de Sauber frente a Ferrari, eso me da confianza."
El joven sueco ha reflexionado sobre la peor de las opciones, que sería que sus managers encontraran un plan B para él, cosa que le costaría mucho de aceptar: "Es crucial quedarme en la Formula 1. Me he centrado en acabar bien la temporada, y mi enfoque de 2018 es permanecer aquí, esa es mi meta. No se cómo sentirme con esta incertidumbre, pero no puedo hacer otra cosa que confiar en que tendré un lugar en la parrilla de la próxima temporada. Los últimos tres fines de semana han sido para mí como un alivio después de toda la presión que llevo aguantando desde verano. Necesito continuar con esa línea, nada más".