Hace casi dos meses escribí acerca del primer round de la pelea Checo Pérez-Esteban Ocon. Terminaba la nota diciendo que esa, la del GP Canadá, no sería la última polémica entre ellos. Tal cual. Se cruzaron en Bakú y lo del domingo en Spa fue la gota que rebalsó el vaso. Insisto. Ambos tienen perfiles absolutamente diversos y se encuentran en un momento clave de sus trayectorias.
Checo es un top ten reconocido, piloto inteligente y consistente en carrera, sumador de puntos que: o ratifica su liderazgo en Force India o deberá buscar equipo con todo lo que ello implica, con las butacas más codiciadas ya ocupadas y tan solo con la posibilidad de mirar las barajas que puedan ofrecerle Renault o Williams. Todo esto en el supuesto caso que Force India decida quedarse con Ocon, cuyo crecimiento es notable en todos los Grandes Premios. A ver. Checo busca mantener el buen nivel y reconocimiento que se ha ganado en la F1, y Ocon va por todo, en búsqueda de ser uno de los jóvenes con mayor futuro. Lo es. Créame. Lo es.Pérez, con un importante respaldo de empresas mexicanas, también se hace fuerte en este punto. No es menor que un piloto pueda acompañar capacidad y talento con sponsors. Ocon, por su parte, es uno de los pilotos Mercedes. La marca alemana viene gestionando su carrera y puede ser un factor importante para darle continuidad en Force India o bien en Williams, que también lleva los motores germanos.
Planteo esas posibilidades porque creo que será imposible que sigan juntos bajo el mismo techo en 2018. No me cierra esa ecuación. Son dos gallos en un solo gallinero. El tema es saber cuál será la elección de Force India. En principio, para poner hielo a esta relación, el equipo ha decidido implementar las órdenes de equipo a partir de este fin de semana en Monza. Han sido tajantes. No permitirán que vuelva a ocurrir lo de Spa.
Luego deberán ver que hacen. Si se quedan con Checo, su constancia, su perseverancia, su trabajo y sus sponsors, o si se quedan con Ocon, su crecimiento, su talento, su explosión y con la provisión de motores Mercedes a mejor precio que si no lo tuvieran al francés.
Lo del domingo, a esta altura, parece viejo. Las fuertes declaraciones de Ocon se hicieron más tenues con la disculpa pública. Eso ha sido un simple formalismo. Ocon sigue pensando exactamente lo mismo y responsabiliza a Perez por su actitud en las dos encerronas.
Perez, que reconoció no haber estado a nivel en Spa, también mantuvo lo suyo. Se hizo responsable de la primera apretada en la primera vuelta y ratificó sus dichos respecto del segundo incidente donde, según él, Ocon debió esperar a otro lugar para intentar el sobrepaso.
Buscando un poco de información quizás entendamos porque Ocon se tiró allí y no esperó otro lugar. Analizando parciales pude notar que en el sector dos, el más trabado de todos, Perez le hacía a Ocon una diferencia importante. En el mejor parcial de cada uno, en ese sector, Perez llegó a ser un segundo y medio más rápido que el francés.
En los otros sectores, el uno y el tres, iban casi iguales. Mi conclusión es que Ocon jugó la última carta que le quedaba. Tenía mejores neumáticos, más frescos y era en ese momento o nunca más en lo que quedaba de carrera.
Y Checo también sabía eso. Checo sabía que su compañero tenía caucho fresco y que debía retenerlo antes de subir Eau Rouge para luego ser más rápido en el sector trabado como lo fue toda la carrera y poner una distancia que lo mantenga sin peligro en la posición. Se juntaron el hambre y las ganas de comer, y entonces sucedió lo que vimos.
Nadie se rasgará vestiduras porque este tema de las peleas entre compañeros de equipo es tan viejo como el automovilismo mismo. Pocos son los equipos donde rige un verticalismo claro con un marcado primer piloto y un buen escudero. Hoy ese equipo es Ferrari y aunque nadie en la scuderia reconozca la situación, solo con ver lo que sucede nos damos cuenta de ello.
A partir de Monza será Force India. Lo que nadie sabe es en función de que situación darán la orden para uno u otro. Seguramente será en el momento que puedan juntarse en pista en algún pasaje de la carrera.
Mientras tanto, tratando de aquietar las aguas, tanto Checo como Ocon, públicamente manifiestan la prioridad del equipo a la hora del resultado final. Bien, para ellos llegó el momento de demostrarlo y dejar de lado el enorme ego que tienen los pilotos. No es fácil, máxime teniendo en cuenta que el primer rival a vencer siempre es tu compañero de equipo.
Ci vediamo en Monza!!!