Pese a convertirse en campeón del mundo, Hamilton es consciente que su temporada 2008 no fue perfecta, aunque asegura aprender de los errores cometidos: "Analicé los errores que cometí el año pasado y, por ejemplo, en Montreal, el año pasado, cometí me equivoque en el semáforo del pit lane, en el que dejé a Raikkonen fuera de la carrera, por lo que ahora, cada vez que voy por el pit lane, siempre buscando el semáforo. Sólo tienes que aprender de las experiencias anteriores. Estoy seguro de que habrá algunas experiencias durante este año que llegarán por sorpresa, de modo que seguiré aprendiendo".
Hamilton, que tiene muchas ganas de batirse en duelo por volver a ganar el campeonato, cree que con la introducción de los cambios hará más accesibles los adelantamientos: "Espero que sea un poco más facil la maniobra de adelantamiento. Hay una pequeña ventana de explotación para los neumáticos este año, aunque cuidar de ellos será aún más dificil que el año pasado; por lo tanto será interesante".
El piloto de McLaren lleva bastante bien la popularidad que acarrea ser el campeón del mundo de F1: "No puedo caminar por todas partes sobre todo sin ser reconocido, pero hay maneras de hacer las cosas. Ir al cine es fácil, mantenerme erguido y con sombrero, y la mayor parte del tiempo la gente no advierte mi presencia. Pero no voy a pie por la ciudad en cualquier país en el que me encuentre. Estuve en Estados Unidos durante un tiempo, y por ahí y nadie me reconoció, así que pude hacer una vida normal".El piloto, que cambió su residencia de Woking a Ginebra, está contento de haberse trasladado, pero reconoce que tener muy buenos recuerdos de su etapa en las cercanías de la sede de McLaren: "No se puede comparar realmente. Tuve un gran momento de mi vida en Woking. Fue grandioso ser capaz de correr y montar en bicicleta para llegar desde casa hasta el Centro Tecnológico, y tuve momentos preciosos en la ciudad. Lo único que echo de menos en Ginebra son los Blockbusters, pero por lo demás, la prefiero".