Dichos rumores surguieron tras las declaraciones del jefe de la escudería nipona Ross Brawn que comentó que los ingenieros del equipo necesitarían al menos seis semanas para poder integrar en el nuevo monoplaza el nuevo motor con el que se compita este año.
Desde el seno de la escudería, aseguran que "el trabajo con el nuevo monoplaza está desarrollándose bien. Somos optimistas, pero es posible que durante algún tiempo no podamos decir nada más." Como adelantamos en F1 al Día, Mercedes se ha declarado en disposición de suministrar sus motores a Honda.
Sin embargo, el propietario de Prodrive, David Richards, tras renunciar a su posibilidad de adquirir el equipo, ha asegurado que la supuesta fecha límite puesta por Honda está complicando las cosas para los interesados en la compra.