Sebastian Vettel ha conseguido la victoria en el Gran Premio de Australia 2017. El alemán, que clasificó en la segunda posición el sábado, ha mantenido a raya a Lewis Hamilton desde el primer momento de la carrera. El inglés de Mercedes ha acabado justo por detrás del cuatro veces Campeón del Mundo, mientras que Valtteri Bottas ha ocupado el tercer puesto del podio. Aunque Hamilton mantuvo la pole en la salida, las estrategias en boxes salieron mejor para Ferrari que para Mercedes.
Justo antes de que empezara la carrera, Daniel Ricciardo daba un susto a sus seguidores y se quedaba parado. El equipo tuvo que llevar el coche al box y estuvo trabajando para poder sacar al australiano a tiempo. Sin embargo, los semáforos se apagaron y Ricciardo seguía en boxes, aunque dos vueltas después, Red Bull daba luz verde y decidía sacar al piloto a la carrera.
Apagados los semáforos, Hamilton conseguía mantener la primera plaza sin problemas, aunque con un Vettel agresivo y controlador al mismo tiempo, ya que pudo dejar a Valtteri Bottas por detrás. La salida, en general, fue limpia, a excepción del toque entre Marcus Ericsson y Kevin Magnussen. Este último informaba por radio de un pinchazo justo cuando su coche tocaba al Sauber y mandaba a ambos a la zona de la grava posterior a la primera curva. Dirección de carrera investigó el incidente, pero no se tomaron medidas.
Poco después de la salida, en la vuelta 16, el Gran Premio se sumaba su primera víctima: Romain Grosjean abandonaba al ver humo blanco en la zona posterior de su coche. El francés en ese momento estaba rodando en zona de puntos y había posicionado su Haas en zona media de parrilla. Junto a él, Jolyon Palmer tampoco salía bien parado. El inglés reportaba por radio problemas en su coche y, como era evidente en los tiempos, con sus neumáticos. Y es que el de Renault estaba rodando en 1:40, cuando cabeza de carrera rodaba en 1:30.
El momento clave: la parada en boxes
Unas vueltas más tarde, el baile de las paradas en boxes empezaba. Hamilton, todavía, líder, decidía entrar antes que Vettel, quien seguía a la estela del de Mercedes. En la escudería alemana decidieron poner el neumático blando, el más duro este fin de semana, para afrontar el resto de carrera (unas 32 vueltas). En ese momento, Vettel continuaba en pista, y así lo haría hasta varias vueltas más adelante.
Para desgracia de Hamilton, a su regreso a pista después de su parada, el tráfico le jugó la peor de sus pasadas. Max Verstappen pasaba por delante de él sin la intención de abrir hueco y dejar pasar al inglés. El de Red Bull estaba luchando por mantener su posición, por lo que mantuvo a raya al tres veces Campeón del Mundo durante varias vueltas seguidas. Al ver que Hamilton estaba perdiendo tiempo, y teniendo en cuenta que el colchón era ya suficientemente amplio, Ferrari llamaba a boxes a Vettel, quién cambiaba neumáticos y se incorporaba a pista justo escasos metros por delante de Verstappen y Hamilton, que seguía atascado detrás del Red Bull.
Estabilidad y lucha por el podio
Una vez efectuadas las paradas, la estabilidad llegó a la pista. Con Vettel en cabeza y Mercedes por detrás, las posiciones se detallaban y quedaban más claras. Por su parte, Kimi Räikkönen y Verstappen estuvieron peleando por la cuarta posición, pero el de Red Bull finalmente no pudo con la potencia del motor Ferrari. Interesante fue ver el juego en la zona final de las posiciones de puntos. Fernando Alonso consiguió mantener su décimo puesto hasta la vuelta 52 pero, en ese momento, Esteban Ocon y Nico Hülkenberg le adelantaban en paralelo para dejar al español fuera de los puntos.
Por desgracia, eso no fue lo único, ya que el de McLaren entraba en boxes en la siguiente vuelta para abandonar tras reportar inestabilidad en la zona izquierda de su monoplaza. En la recta final, un despertado Bottas recortó distancia con Hamilton hasta bajar al segundo y medio, pero le habrían hecho falta un par de vueltas más para superar a su compañero.
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26/03/2017