Sin embargo, el número de los mismos iba cayendo en picado, y la FIA decidió integrar el DRS (Drag Reduction System) en 2011 en la F1, convirtiendo el alerón trasero en un elemento móvil en recta, que se levantaba para reducir considerablemente la resistencia mecánica y alcanzar así velocidades punta más altas. El debate se centró poco después en lo fácil que se convertía realizar un adelantamiento, a causa de las interminables zonas de DRS que veíamos en los circuitos.
Para Kevin Magnussen, la nueva aerodinámica para los monoplazas a partir de 2017 convertirá al DRS en una pieza de vital importancia: "El DRS debería ser más efectivo que el año pasado, debido a la mayor carga aerodinámica y la resistencia al agarre en el ala trasera. Cuando abramos el DRS, este debería darnos aún mayor ventaja respecto al coche de delante. Cosas así son las que nos llevarán a tener mejores carreras. Con más carga aerodinámica, lo lógico es pensar que será difícil pegarse a los rivales, pero tendremos que esperar y estar atentos a lo que acabe sucediendo."
Diferente a 2016
"Estoy muy emocionado porque tener coches más rápidos es bueno para nosotros", comenta Magnussen. "Nos gusta empujar, ir rápido y tirar al límite. Con la última generación de coches, el agarre era muy bajo, y la potencia era muy alta comparada con este. Desde que salíamos del pitlane, siempre íbamos al límite."
"Por lo tanto, será divertido pilotar un monoplaza exigente, que te lleve a buscar el límite en lugar de tener que estar ahorrando constantemente en neumáticos, aerodinámica equilibrio y demás. Espero que buscar el límite suponga un desafío mayor esta temporada."
Preparación especial
Las redes sociales nos han hecho testigos del duro entrenamiento al que se están sometiendo los pilotos para afrontar los nuevos cambios, adaptándose a una F1 más exigente físicamente. Magnussen no es una excepción, y admite que espera estar preparado para darlo todo en la pista: "Definitivamente, los coches serán mucho más difíciles de conducir este año", confiesa el danés. "La motivación que tenemos para entrenar más fuerte es bastante alta, me parece que el nivel físico marcará las diferencias. No hacemos únicamente dos horas de bici o de cinta, sino entrenamiento a tope dedicado cien por cien a la F1, algo que me gusta."