El alemán, que previamente trabajó en el WEC, desea reestructurar el equipo con sede en Hinwill en su regreso a la categoría reina. Y así animar a Sauber a olvidar sus antepasados y enfocar las próximas campañas como un nuevo reto en el que los problemas económicos ya no serán una de sus preocupaciones.
"Junto con mi equipo técnico, comenzaré con el concepto de 2018 pronto. Esto no va a ocurrir demasiado pronto, ya que queremos llevar a cabo un análisis fundamental de dónde estamos a principios de la temporada 2017. Quiero tener un buen equipo organizado con empleados satisfechos y motivados. Que se haga un nombre en la Fórmula 1 y que pueda dar sorpresas de vez en cuando", explica Zander.
Además agrega que ve capaz al equipo de lograr este objetivo porque últimamente están trabajando como deben: "También quiero cuidar la confianza y la estabilidad a largo plazo. Por lo que he visto hasta ahora, soy muy optimista, podremos lograrlo", afirma el de Sauber.
Zander predice que la fiabilidad será un factor decisivo en las primeras carreras del año, donde Sauber podría beneficiarse de usar un motor que ya ha sido ideado y desarrollado a lo largo de una temporada entera: "La potencia seguramente jugará un gran papel, pero al comienzo de la temporada el chasis, como también la fiabilidad, marcarán la diferencia", explica el ingeniero.
"El coche tendrá una velocidad punta más baja, pero podrá frenar más tarde debido a la mayor carga aerodinámica. Por lo tanto, la distancia de frenado es menor, lo cual tiene un impacto en la recuperación de energía. Es necesario que haya diferentes perfiles de conducción y estrategias para recoger la energía limitada de 2 MJ [Mega Julios] en la MGU-K. El concepto aerodinámico volverá a ser crucial cuando se trata del rendimiento", termina el director técnico.
