"De todos los pilotos contra los que he competido él fue sin duda el más talentoso. Todo el mundo respeta a Michael, es una leyenda. Para mi generación él siempre será el hombre que dominó la F1. Fue todo un privilegio para mí el tener la oportunidad de competir contra él y pelear por el Mundial", cuenta Alonso en declaraciones a Auto Motor und Sport.
Y es que los dos pilotos pelearon duro por conseguir el título en el año 2006, una batalla que ganó Alonso y que, al final de ese año, forzó la marcha de Schumacher del deporte. "Era duro y nunca se rendía; aprovechaba al máximo cada oportunidad que se encontraba. Daba lo mejor de sí mismo todo el tiempo".
"Recuerdo muy bien la temporada 2006 cuando peleamos por el título hasta la última carrera. Cuando los neumáticos Bridgestone rendían él era imbatible, aunque cuando los Michelin iban bien también seguía siendo bueno. Incluso cuando tenías un fin de semana perfecto y conseguías ganarle algunos puntos, aún terminaba tercero o cuarto. Solo Michael podía hacer eso", añade Alonso.