Parece ser que el gobierno de Gran Bretaña ha recibido una petición de intervención ante esta situación, debido a la preocupación de los empleados de Honda de que el británico pueda no estar actuando en interés del futuro del equipo de Brackley.
Pero Fry insiste en que Honda no le ha dejado solo para llevar las negociaciones con compradores potenciales: "Hemos solicitado consejo legal para garantizar que no hubiera conflicto de intereses. Pero es evidente que ciertas partes han intentado frustrar el proceso."
Nick Fry dijo que el proceso se basa en intentar asegurar el futuro del equipo, para que haya dos coches en la parrilla de Melbourne. Y es que a Honda se le está acabando el tiempo, el margen de maniobra es ya muy limitado. En un par de semanas veremos en que acaba todo esto.