"Independientemente de la clasificación de pilotos, no les vamos a decir cómo hay que correr. No habrá tratos sobre cómo tienen que ir a la primera curva. Es lo mismo cada fin de semana - son libres para correr. Ellos dos querrán tener la pole y ganar. Trabajarán en la puesta a punto y trabajarán duro para ser el más rápido", afirma el expiloto.
La fiabilidad ha sido uno de los puntos débiles de la escudería de Brackley durante esta temporada. Lauda asegura que desde la fábrica se ha examinado cada detalle de los coches para que no tengan ningún susto cuando el final de la carrera se acerque.
"Cuando Nico [Rosberg] esté en las últimas vueltas y, digamos, que es segundo o tercero, él sólo rezará: por favor, coche, no te pares. No hay favoritismos. Honestamente. Toto [Wolff] y yo hemos dejado todo listo y desde el principio estará todo abierto para ambos pilotos. Este es el punto de vista de Dieter Zetsche. Hemos hecho todo lo que podemos en la fábrica para asegurar que los dos coches terminarán la carrera. Hemos revisado todos los detalles. Porque en la última carrera todo el mundo tiene un poco más de cuidado con estas cosas", concluye.