"Estoy decepcionado de que los representantes de TAG y Mumtalakat, el otro accionista principal de McLaren, me hayan forzado a tomar esta decisión exigiendo mi retirada, a pesar de las recomendaciones del resto del equipo gestor sobre las potenciales consecuencias de sus acciones en el negocio", explica ante un comunicado publicado tras la decisión.
Además relata que la visión de negocio entre él y dos de sus accionistas más poderosos ha cambiado y no comparten mismas opiniones. Pero para él lo prioritario sigue siendo McLaren: "A lo largo de ese tiempo, he trabajado de manera cercana con una serie de compañeros con talento para mantener a McLaren en el top de la tecnología, hacia los que estaré siempre agradecido. En los últimos tiempos, ha quedado claro para mí a lo largo de este proceso que ni TAG ni Mumtalakat comparten mi visión para McLaren y su verdadero potencial de crecimiento. Pero mi primera preocupación es el negocio que he construido y sus 3.500 empleados".
Los motivos que estos accionistas (y otros más que han alentado el cese de Dennis) son totalmente falsos e ilegítimos, según el inglés: "Los motivos que han esgrimido son completamente espurios; mi estilo de gestión es el mismo de siempre y es el que ha permitido a McLaren convertirse en un grupo tecnológico y automovilístico que ha ganado 20 campeonatos de F1 y se ha convertido en un negocio de 850 millones de libras anuales", asegura
Abandonará su puesto en McLaren a final del presente año, pero asegura que continuará en la junta para tratar de preservar los intereses del grupo tecnológico: "Continuaré usando mi significativas acciones en ambas compañías y mis asientos en ambas ejecutivas para proteger los intereses y el valor de McLaren y ayudar a dar forma a su futuro".